Es la técnica más usada para el control de las hemorroides sangrantes de grado I-II por sus buenos resultados, bajo riesgo y comodidad para el paciente. Se utiliza una sustancia esclerosante, tradicionalmente Fenol, hoy disponemos de preparados comerciales como el Toxisclerol a distintas concentraciones.
Técnica
Se coloca el paciente en posición de decúbito lateral izquierdo. Se inyecta a través de un rectoscopio con luz fría en consulta sin anestesia y sin preparación previa. No necesita enemas. El procedimiento es totalmente indoloro. Utilizamos una aguja especial biselada que nos permite trabajar a través del rectoscopio. Es muy importante el punto de inyección y prestar especial atención a que el esclerosante quede albergado en la capa submucosa del recto y no en la mucosa (demasiado superficial). En cada sesión de pueden inyectar de 3 a 5 cc espaciando las sesiones de una semana hasta un máximo recomendable de 4.
Complicaciones
Esta técnica es tan popular por sus escasas complicaciones. Puede aparecer dolor leve manejado con la toma de analgésicos convencionales. A veces se produce un sangrado en el punto de inyección que se controla mediante presión local en el momento de la inyección o por aplicación de adrenalina local. Las complicaciones tardías son muy raras pero incluyen ulceración en la mucosa rectal diferida en el punto de inyección. Su tratamiento siempre es conservador.