Depende.
Depende del tipo de problema que tenga el paciente.
Quién no ha tenido dudas o ha recibido respuestas contradictorias por parte de amigos o incluso de médicos consultados sobre cómo debe de ser el agua con el que lavamos el área perianal.
Si el problema del paciente es vascular, es decir que lo que tiene son hemorroides, le vendrá bien el agua fría. Las personas que tienen insuficiencia venosa crónica, que tienen varices, sufren especialmente en verano ya que el calor hace que se dilaten las venas, con aparición de picor, ardor y molestias. Mejoran dando paseos a borde del mar, con agua fría. Empeoran si meten en la bañera con agua caliente.
Cuando el problema es una fisura de ano, los baños de asiento deberán ser con agua caliente. Lo mas caliente posible. Las fisuras provocan un espasmo, una contractura del esfínter anal, y es por eso que se produce el intenso dolor. Cuando una persona tiene una contractura muscular en el cuello después de dormir con una almohada que no sea la suya, se da calor para aliviar la sintomatología y no frío, porque el problema de base es una contractura muscular. El calor hace que ceda la contractura del esfínter anal interno. Para una fisura anal, también sirve el calor seco, como sentarse sobre una manta eléctrica.
Si el paciente tiene una fístula de ano, realmente la temperatura del agua no influye ni para bien ni para mal, pero siempre será mas agradable usar agua templada que muy fría o muy caliente. Utilizaremos también esta temperatura media cunado nuestro propósito sea higiene íntima sin que coexista otro problema proctológico. Nos secaremos bien a continuación para evitar que quede mojado. Hay que cuidar mucho la piel perianal.
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