Cada vez que en cirugía surge una nueva técnica operatoria son ríos de tinta los que se escriben sobre si es verdaderamente eficaz o no. Como norma general, siempre hay que ser muy conservadores ante la utilización de nuevos abordajes y dispositivos de alta tecnología ya que sólo la perspectiva del tiempo y la estadística pone a cada cual en su sitio.
Esto ha ocurrido como nunca entre defensores y detractores de la llamada hemorroidopexia, rectopexia o hemorroidectomía de Longo.
La técnica consiste en la extirpación de las hemorroides internas usando un dispositivo (PPHS 33 Ehticon Surgery ) que realiza un corte circular en el interior del recto dejando por tanto la cicatriz en zona menos sensible que la cirugía tradicional.
Una vez generalizado su uso podemos concluir que es un gran método para operar hemorroides pero como todo en la vida, no le vale a todo el mundo. Su indicación principal son pacientes que tienen hemorroides internas puras y sangrantes. No es un método valido para el tratamiento de hemorroides con mucho componente externo (mariscos cutáneos) ya que no actúa sobre la piel del ano. En cuanto a su duración en el tiempo, se ha comprobado tan eficaz a largo plazo como la hemoroidectomía convencional siempre que se respeten los criterios de indicación.
En resumen, un buen especialista tiene que manejar bien todas las opciones quirúrgicas y decidir cual debe de usar con cada paciente en función de sus características clínicas. Láser, bisturí bipolar, Ligasure, Longo….
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