El prurito anal puede ser la manifestación de múltiples patologías tanto dermatológicas como sistémicas pero en la mayoría de los casos no tiene una causa definida. Entre sus causas proctológicas mas comunes están las hemorroides, las fisuras, los pólipos fibroepiteliales o grados menores de incontinencia. Como causas dermatológcias estarían la psoriasis, el lichen y las dermatitis de contacto por uso de cosméticos y jabones. También existen causas infecciosas entre las que encontramos los condilomas, el herpes, las enfermedades de transmisión sexual como la sífilis y el limfogranuloma. Finalmente, también puede obedecer aunque raramente a enfermedades malignas como el cáncer de ano, el melanoma de canal anal o la enfermedad de Bowen.
Como vemos su etiología es muy extensa, pero la causa mas común es el prurito de origen desconocido o idiopático.
En general responde a pérdidas menores de heces conocidas como “soiling” por incompetencia del esfínter anal interno. Ello produce una irritación de piel del margen anal y un rascado compulsivo de la zona, hacen el resto. Un exceso de higiene en la zona, usando jabón con mayor frecuencia de la necesaria completan el círculo vicioso.
El tratamiento actúa sobre varios frentes.
En primer lugar, debemos de tratar de mimar y cuidar esa piel dañada. Nos lavaremos con agua SIN JABON cada vez que tengamos mucho picor y por supuesto después de las deposiciones. El lavado tiene que ser suave. El jabón, por muy neutro que sea nos elimina el “manto ácido de la piel”, que una capa de grasa que nos protege frente a infecciones oportunistas.
Mantendremos la zona siempre lo mas seca posible, colocando una gasa en el margen anal que se cambiará cada vez que se moje. También sirve un poco de algodón.
Haremos una dieta sana, es decir, evitando las comidas fuetes, picantes el alcohol y el café. Es bueno hacer deposiciones una vez al día solamente. Mas de una vez al día favorece que las heces sean mas ácidas y nos irrite la piel. Por ello las personas este problema, enfermos con un colon irritable, deberían de hacer una dieta mas astringente, para reducir su número de deposiciones mientras estuvieran con el problema. Si se tiene diarrea, puede usarse Loperamida para reducir el número de deposiciones, esta ya siempre bajo supervisión médica.
Tema cremas: en primer lugar, durante la primera semana es bueno usar una pomada a base de corticoides y con algún antifúngico, ya que la sobre infección por hongos es muy común en picores rebeldes. Por ejemplo, Beta Micoter pomada. Una aplicación por la noche después de haber lavado la zona y secado. Una vez desaparecido el picor, roto ese círculo vicioso de “picor, me rasco, me hago herida y vuelta a empezar”, dejaremos la pomada con corticoide para pasar a usar una mas inocua. Cualquier pomada pediátrica balsámica con óxido de zinc nos puede servir. Pregunten en su farmacia. También nos puede servir para casos ya casi curados un poco de vaselina por la noche para hidratar la piel. Vaselina Cusi, sin perfume.
En resumen, el prurito anal necesita un abordaje multidisciplinario y requiere constancia por parte del paciente para no recaer en la sintomatología.
Por supuesto, siempre se debe de visitar un especialista para que le haga un reconocimiento y confirme el diagnóstico de prurito idiopático antes de aplicar estas medidas.
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