Clasificación de las fístulas
En el ano tenemos dos músculos que se encargan de la continencia: los esfínteres anales (interno y externo voluntario). Rodean como un anillo dentro de otro el canal anal y son los responsables de seamos capaces de decidir dónde y cuando realizamos nuestras deposiciones. En función de la longitud y de la profundidad del trayecto fistuloso podemos clasificarlas de más sencillas a más complejas:
- Fístula subcutánea: el trayecto pasa por debajo de la piel. NO compromete el esfínter.
- Fístula interesfinteriana: el trayecto diseca el espacio que hay entre los dos músculos.
- Fístula transesfinterianal baja: el trayecto afecta menos de un 50% del esfínter.
- Fístula transesfinterianal alta: afecta a mas del 50% del esfínter.
- Fístula supra esfinteriana: variedad más compleja y rara de todas. El trayecto abarca por completo al complejo esfinteriano, e incluso pasa por «encima», afectando al músculo elevador del ano.
- Fístula recto vaginal: generalmente en relación con un parto complejo ( accidente obstétrico) o una cirugía previa oncológica / tumoral. Se produce una comunicación entre el recto y la vagina.
Dividimos las fístulas en «sencillas» o «complejas». Las tres primeras serían sencillas, las tres últimas complejas. Además tiene importancia la localización de las mismas. Si afectan a la porción anterior del ano, es decir, aquella que se extiende hacia el perineo, peor.